La industria asturiana en su laberinto: encontrando la salida
En la cuarta jornada de la Semana Republicana de Oviedo la industria asturiana y su futuro fue la protagonista. Para presentar el acto Beatriz Rodríguez, en nombre de la Mocedá Comunista, contextualizó el papel actual de la industria y los retos que tiene por delante para afrontar los cambios necesarios para conjugar la consolidación del futuro industrial asturiano y dar pasos hacia un modelo productivo menos contaminante y que se base en las energías renovables.
En primer lugar, intervino Ovidio Zapico, diputado de IU Asturias en el Parlamento asturiano. Comenzó explicando la posición de Izquierda Unida respecto a los Acuerdos de París, “nosotros somos conscientes de los peligros que se derivan del cambio climático , y tenemos muy claro que la lucha contra el cambio climático ha de ser una lucha global y no una lucha local”.
No todos los factores de contaminación derivan de la industria, por ejemplo hay una contaminación muy alta, cuya responsabilidad recae sobre el modelo de movilidad. Por eso, explicaba que “apostamos por una movilidad sostenible y una defensa del transporte público ferroviario de calidad”.
En definitiva, defendió una transición energética justa, equilibrada, consensuada y pausada en el tiempo. “Necesitamos ganar tiempo para situar a Asturias en unas condiciones favorables para afrontar esa transición energética, y los partidos de izquierda tenemos mucho que decir en este debate. Por eso tenemos que apostar por la intervención en la industria estratégica como en el caso de Alcoa”.
Para concluir, Ovidio Zapico, aseguró que “necesitamos avanzar y lograr ese equilibrio para que la industrias cada vez sean menos contaminantes y que las empresas se comprometa a realizar inversiones que deben calendarizar, pero siempre que se mantengan los puestos de trabajo” y añadió que “tenemos por delante la batalla de la despoblación que también se gana garantizando empleo de calidad, y para eso la industria tiene que seguir jugando un papel muy importante”.
Posteriormente, tomó la palabra el Responsable de Formación del PCA, Fran de Asís Fernández, que comenzó hablando de la defensa, desde posiciones comunistas, de la industria como columna vertebral, al contrario del sistema neoliberal actual que está apostando por la inversión en capital especulativo en vez de en capital productivo. Este modelo fue el que llevó a Felipe González, seguido después por los demás, a vender y destruir la estructura industrial española. Hoy nos situamos en una “tormenta perfecta”, explicó, “donde el 50% de los trabajadores son mileuristas y la cifra de trabajadores pobres crece diariamente, y por otro lado el tejido productivo actual no puede crecer más de un 1%”.
Para acabar con la falta de expectativas, quiso dejar claro que tenemos que tener un plan, un proyecto que aporte una nueva visión y para ello la clave está en rearmar al Estado y desmontar los mitos como el de “lo público no funciona bien” o “la inversión pública desplaza a la privada”, porque hay muchos ejemplos en el mundo que demuestran lo contrario. Son, sin embargo, los Estados débiles, como el español actualmente, los que sucumben a los lobbies y sus presiones. Y para explicar esto, puso un ejemplo “¿qué hubiera pasado si los 1000 millones que se le ha dado a ALCOA para las prórrogas se hubieran invertido en acciones para afianzar la empresa al territorio?”.
Por último, habló de nuestro modelo de Estado, incidiendo en la necesidad de que haya un Estado proactivo que tenga control sobre sectores estratégicos como la energía, el aluminio, las telecomunicaciones o los transportes, y que no esté sometido a “las prisas de las juntas de accionistas”. “Nuestra propuesta tiene basamento legal tanto a nivel estatal con los artículos 128 y 44 de la Constitución, como a nivel Autonómico en el articulo 10.15 del estatuto de la Junta General”, añadió.
Para desarrollar el proyecto del PCA se centró en una serie de propuestas:
1- Nacionalización integral o como mínimo compra de acciones de empresas generadoras y/o distribuidoras de energía para fijar precios máximos de MW/h de consumidores industriales.
2-Obligar a las plantas térmicas (mediante inspecciones regulares y sorpresa) a aplicar las técnicas más avanzadas de captura de Co2 y sistemas de filtrado de partículas contaminantes a cargo de la propia empresa privada. La salud por encima de los beneficios.
3- La utilización de carbón autóctono mientras se construye un parque de energías renovables capaz de ejercer de manera paulatina de fuerza de respaldo de la industria termointensiva. Evitando la compra de carbón “de sangre” traído de Colombia y países en los que no se respetan los derechos humanos y sindicales.
4- Proyectar y constituir una Empresa Nacional de Energía Renovable, que anteponga el interés social de comunidades y trabajadores a largo plazo en el territorio (con una proyección a 70 años) por encima de las demandas depredadoras e inhumanas de las juntas trimestrales de accionistas. Para ello planteamos la posibilidad de acordar con el capital privado especialista en el sector energético de nuestra región, la posibilidad de trazar una estrategia conjunta con la administración autonómica , estatal (SEPI) y estas empresas Windar, T.S.K. ISASTUR, que ya exportan infraestructuras, tecnología y mantenimiento a sitios tan dispares como Egipto, Ecuador, Panamá o el Mar del Norte.Y todo esto, aclaró, “debe ir acompañado de un incremento de la inversión en I+D+i en Asturias, que pase del 0,8 al 3 %, conjugando la investigación en departamentos de la Universidad de Oviedo con necesidades de la empresa pública y mixta, siendo prioritario abrir las plantas de producción de componentes en el Caudal y en el Nalón”.
5- Fomentar el transporte público de calidad como medio de transporte ordinario de trabajadores para reducir emisiones de automóviles.
6- Campaña de aislamiento térmico de edificios urbanos mediante un sistema de exenciones o penalización en impuestos a nivel municipal y en el área metropolitana central de Asturias.
Finalmente, concluyó que tenemos que trabajar por una economía de exportación orientada al eje Londres -Milán desde el arco atlántico y a la enorme oportunidad de la Nueva Ruta de la Seda que vertebrará la futura Unión Euroasiática. “La Izquierda debe de dejar de estar a la defensiva porque seguirá siendo devorada por la iniciativa neoliberal, ya es hora de pasar a la ofensiva con un plan de futuro para Asturias y para todo el Estado”.
Tras estas intervenciones tomó la palabra el Secretario General de CCOO, José Manuel Zapico, que inició su intervención defendiendo “el derecho a vivir y trabajar en Asturias” y realizó un análisis sobre la situación de cambio de modelo productivo a la que nos enfrentamos en este momento, tras una crisis que ha servido para la acumulación capitalista , en la que se han socializado las pérdidas y se han privatizado los beneficios. Y esto lo han hecho con los recortes y las reformas legislativas que han deteriorado los servicios públicos, las pensiones y los derechos laborales. “Hoy las empresas del Ibex35 ganan 38.000 millones más que antes de la crisis y los trabajadores hemos perdido entre un 10 y un 15% de poder adquisitivo” explicó Zapico, y añadió que las condiciones laborales y la inestabilidad son el modelo mayoritario, “ahora te echan o te cambian horarios por whatsapp y someten a los y las trabajadoras a la amenaza de o te callas o te echan”.
Respecto a la realidad industiral asturiana, dejó claro que en Asturias hay una Industria ligada a la energía, concretamente porque tenemos carbón y agua. Pero el contexto actual se asienta sobre tres elementos negativos: desempleo, precariedad y pobreza. Por eso Zapico explicó que desde CCOO trabajan para cambiar el modelo productivo a través del dialogo con las instituciones, la negociación colectiva en las empresas y la movilización social.
Sobre la situación de deterioro del medio ambiente y el desarrollo de una industria sostenible quiso resaltar que “en CCOO sabemos que hay que atajar seriamente el problema del cambio climático, pero creemos que hay que hacerlo equilibradamente y de manera conjunta desde todos los países de la UE, lo que no vamos a ser es los tontos de lo verde,y que nos impongan una transición energética acelerada y electoralista que solo traerá más paro, precariedad y pobreza”. Por eso, aseguró que “necesitamos una transición energética justa, y que se genere un tejido productivo alternativo antes del desmantelar el actual, en este caso el orden de los factores sí altera el producto”. Porque el riesgo es claro, por eso explicó que cuando desaparezca el carbón autóctono seremos mas débiles y menos soberanos frene a terceros países como los exportadores de gas y sus lobbies, que son los que están, en parte, detrás de la destrucción del carbón.
Durante el coloquio se debatieron otros asuntos como la mala gestión de los fondos mineros, sin planificación ni control, la necesidad de la reforestación o la mejora de los transportes públicos como el ferrocarril. También se habló de la tensión histórica entre la producción industrial y la ecología, donde los ponentes hablaron del papel importante del Estado y de agentes sociales como los sindicatos, que exijan inversiones a las empresas, así como de los partidos políticos con representación institucional que deben defender en Madrid lo mismo que defienden en Asturias respecto a la industria de la región y su futuro.
Sin duda alguna, esta jornada de debate puso encima de la mesa varias salidas necesarias para que la industria asturiana salga de su laberinto y lo haga desde una posición de clase, para que como hoy, el día de mañana, hablar de Asturias siga siendo hablar de industria.