Homenaje a Aida De Lafuente y los revolucionarios del 34
Esta mañana tuvo lugar el tradicional homenaje que el PCA en Oviedo y la JCA rinden a la joven comunista Aida de la Fuente y los revolucionarios de octubre y a los mártires de Villafría. 79 años después de la revolución de octubre del 34, los comunistas y vecinos de la ciudad y de otros lugares de Asturias, recordaron el asesinato de la joven ¨rosa roja¨ en el parque de San Pedro de los Arcos.
Previamente, se realizó un recorrido histórico por los alrededores, donde el profesor titular de la Universidad de Oviedo, Francisco Erice Sebares, hizo de guía para todos los allí presentes, explicando los sucesos que acontecieron aquellos días de Octubre de 1934 y la realidad de Aida y otros revolucionarios de la época. Una vez en el parque, delante del monolito erigido en honor a la joven comunista, comenzaron las intervenciones.
Celso Miranda, miembro del comité local de Oviedo del PCA y exconcejal de IU en el Ayto de Oviedo, fue el encargado de presentar el acto. El primero en intervenir fue Aquilino Vega, testigo de lo acontecido en el 34, habló de lo sucedido con emoción y pidió un minuto de silencio por todos los Comunistas caídos en el 34 y posteriormente en la guerra. Tras él, tomó la palabra Nidia Gómez , secretaria política de la UJCE en Asturias, que quiso hacer hincapié en la necesidad de no olvidar lo sucedido en aquellos años y el agradecimiento del ejemplo de todos los revolucionarios. Posteriormente, intervino Alejandra Matallanas, en nombre de la Juventud Comunista de Asturias, con un discurso sobre la memoria presente de los jóvenes comunistas, la situación actual de la juventud y todo lo aprendido de aquellos y aquellas que siempre vivirán en el recuerdo, como Aida de la Fuente. Por último, Nacho Loy, secretario político del PCA en Oviedo, hizo un análisis de la situación política actual y lo realmente vivas que están las ideas comunistas en este mundo de crisis capitalista y ataque voraz a los derechos de los trabajadores.
Tras cerrar el acto cantando la emotiva canción de Nuberu sobre Aida de la Fuente y La Internacional, el homenaje continuó en Villafría (Otero). Una vez en allí,se habló sobre los mártires, muchos de ellos vecinos y vecinas sin ninguna afiliación política que allí fueron asesinados en aquella época. Se depositó un ramo con rosas en nombre del PCA y la JCA, al igual que delante de la placa de Aida de la Fuente.
A continuación reproducimos integramente el discurso pronunciado por Alejandra Matallanas, Secretaria de Comunicación y agitación y propaganda de la Juventud Comunista de Asturias.
Querida Aida:
79 años es mucho tiempo. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, y cada vez lo hace más rápido. Pero a veces el cambio es sólo un sueño pasajero…
Hoy, gobiernan los herederos de aquella CEDA que os robó la gloria, defendiendo los mismos intereses. Pero enfrente, camarada, estamos los vuestros: los herederos de los revolucionarios del octubre del 34 que disteis lo mejor de vuestra juventud y vuestra vida entera por alzaros sobre la historia. Y seguimos luchando por la misma meta. Pueden cambiar las formas, pero la lucha sigue siendo la misma. Y si llega el día, camarada, en que las formas también se igualen, no te quepa, no os quepa ninguna duda que sabremos estar a la altura.
Porque si hay algo que no ha cambiado, son los intereses de la clase trabajadora a la que tú, a la que vosotros y vosotras, no sólo defendíais, sino que representabais. Hace dos años, tu hermana Pilar, a la que despedimos este año y a la que también homenajeamos hoy, nos decía: “yo estoy aquí y todavía puedo ir a la revolución”. Pues bien, querida Aida, hoy nosotros estamos aquí e iremos cuando sea preciso, conscientes del momento histórico que nos ha tocado vivir, moldeado por las mismas amenazas que enfrentasteis en vuestro tiempo: el capital y el virus fascista que inocula cuando se ve amenazado.
Contamos con el arma de vuestro ejemplo, con la guía de vuestra vida. Vuestra joven guardia, camarada, sigue en pie, preparada para presentar batalla cuando haga falta, lista para acometer el sueño de alcanzar los cielos que compartimos.
Y tú sigues y seguirás estando aquí. Tu recuerdo y tu historia permanecerá viva en los corazones de los y las jóvenes comunistas que te escribimos esta carta. Los revolucionarios del 34 no sólo luchasteis por unos ideales que compartimos, sino que lo hicisteis con arrojo, valentía y convicción. Y con ello, pudisteis tomar altura y vislumbrar el horizonte de un mundo nuevo. Creemos que no hay mejor ejemplo que el de la firmeza en las ideas y la determinación en los actos.
Hoy, los tiempos que corren son inciertos, los jóvenes vivimos una situación de brutal injusticia. El capitalismo voraz, el mismo que de la mano del fascismo te arrebató la vida, nos explota a su antojo. Pretenden robarnos los sueños a toda una generación. Es cierto, parte de la culpa es nuestra, crecimos en una sociedad de consumo bajo un paraguas de falso “bienestar” que parecía hacernos creer que lo tendríamos todo. Pero ahora muchos comienzan a verle las orejas al lobo…
Los jóvenes comunistas seguimos tu ejemplo, como el de tantos otros camaradas que en su juventud demostraron ser unos revolucionarios y jamás tuvieron miedo a pensar como pensaban. Por eso, aquí estamos, dando la batalla, luchando por un mañana socialista donde los jóvenes no tengamos que mendigar trabajo digno, ni pagar por estudiar, ni emigrar por motivos económicos, ni suplicar derechos, ni vivienda, ni igualdad. Un futuro como el que dibujasteis en aquel octubre de aquella República que olía a cambio.
Ahora es nuestro momento, igual que el 34 fue el vuestro. Porque la historia nos da la razón, porque sobran los motivos y, sobre todo, porque es la hora, de una vez por todas, de demostrar que el socialismo no es ni puede ser un juego pasajero, el socialismo no es ni puede ser una opción coyuntural, el socialismo es una necesidad histórica insoslayable.
Gracias por tu ejemplo, camarada Aida, y a tu hermana Pilar, que siempre estuvo aquí, recordándote con nosotros, y a los milicianos y las milicianas que cogieron las armas sin que les temblara el pulso, durante la guerra primero y en el monte después. No os olvidamos, camarada. Vuestra sombra gravita sobre todo lo que hacemos. Porque sigue siendo igual de noble librar al hombre de su esclavitud y, para ello, quizá el camino haya que regar con sangre de la juventud…
¡VIVA AIDA DE LA FUENTE!,
¡VIVA LOS REVOLUCIONARIOS DEL 34!,
¡VIVA LA JUVENTUD COMUNISTA!