El terrorismo y la maldad se dan la mano

Toda persona decente con un mínimo de humanidad, o sentido común, se debería pronunciar contra los atentados de Barcelona, París, Bruselas, Londres,…, Irak, Siria, Libia,…, y solidarizarse con las víctimas del terrorismo: muertos, heridos, familiares, amigos, y Pueblo.

Ya que el Pueblo es quien pone los muertos y quien sufre los efectos del terror –sean sus componentes, cristianos, musulmanes, o de cualquier otro credo- gentes que andan por la calle, el espacio más democrático de las ciudades, elegido como objetivo por bandas de descerebrados, y, existe el otro terror, el suministrado desde los cielos, como ave ciega y carroñera, en este caso, las bandas visten de seda o corbata; en ninguno de los casos discriminan por edades, sexos, u oficios.

Todos los terrorismos poseen una gran dosis de maldad, con fines de dominio sobre gentes o territorios que les son ajenos.

Andrés Huerta.