Terror, muerte, barbarie y al final, olvido
Las fuerzas fascistas comenzaron, después de abortar la revolución, una terrible represión contra el movimiento obrero. El ejemplo más sangriento de aquello esta aquí representado con 24 víctimas brutamente asesinadas. Una de las peores acciones, fue que a sus familias no se les permitiera ni enterrar a sus padres, hermanos, hijos etc.
A partir de aquí, los fascistas de este país siguieron durante mucho tiempo haciendo lo mismo:
Terror, muerte, barbarie y al final, olvido.
Precisamente, camaradas, eso es lo que no se puede permitir que se olvide, la historia está ahí para contarla tal y como fue. Decían las mujeres de Dulce Chacón en “la voz dormida” que había que vivir para contarlo, por ellos, por sus familias y por la historia. Como un martillo golpeando sobre un yunque y que cada golpe retumbe en las conciencias de quien cometió esta y otras canalladas.
Hoy el PCE vuelve a Carbayin año más para recordar a sus camaradas y compañeros y evitar que tanta injusticia no quede en el olvido, para pegar uno de esos golpes de martillo y que despierte la conciencia dormida de las personas, para que esto no se repita nunca más.
No puedo terminar sin recordar una pequeña poesía de uno de los grandes poetas que tuvo este país y que casualmente tuvo un final muy parecido a manos de estos asesinos, decía:
Federico García Lorca