Entrevista del PCA a Juan Carlos Monedero
“Estamos en una situación de confusión donde la gente honrada está perpleja y los canallas están envalentonados.”
Con motivo de su asistencia a las Jornadas sobre Movimientos Sociales emergentes y nuevas formas de contestación, organizadas por el Partido Comunista de Asturias, charlamos con Juan Carlos Monedero, profesor en la Facultad de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, además de articulista y analista político.
Bienvenido a Oviedo, a estas Jornadas que llevan el título “¿Cambiamos esto?”…
Muchas gracias, para mí es un placer estar aquí con vosotros.
Podríamos empezar dedicándole una reflexiones a los Movimientos Sociales que han nacido y crecen con fuerza en España. Desde el 15-M ya han pasado casi dos años, suficiente tiempo para hacer un breve análisis…
EL 15-M nace como una pregunta no como una respuesta, una pregunta al modelo de la democracia representativa y le interroga en el corazón de su razón de ser, le dice “no me representas”, y también le dice a la economía capitalista, neoliberal, que “no somos mercancía en manos de banqueros”. Nace en un momento de malestar cuando China y América Latina ya no se dejan explotar como se explotaban y el sistema tiene que regresar a casa, a Europa, a sacarnos la plusvalía a nosotros y de repente las clases medias son tratadas como proletarios, y hay un corte cuando los hijos saben a ciencia cierta que van a vivir peor que los padres.
Entonces, ¿qué ha cambiado dentro del movimiento?, ¿cómo ha sido su evolución y su influencia en la realidad social española?
El 15-M fue un movimiento que tuvo que reencontrarse a sí mismo o perecer. Lo que ocurre es que los tres elementos que fueron esenciales para su éxito, que fueron: no tener liderazgo, no tener estructura, y no tener programas; después se fueron perfilando como tres rasgos que actuaban también como problemas. En estos dos años, el 15-M se ha politizado, ha aprendido que no es igual ser apolítico que ser apartidista, ha recuperado su memoria, ese 15-M que la primera semana obligó a quitar la bandera republicana hoy sabe que la bandera republicana es su bandera. En este tiempo el 15-M ha aprendido mucho, ha entendido que tiene que enfrentar la pregunta de los liderazgos y sobre qué tipo de estructuras dotarse para ser más eficaz, y también ha dado un salto de madurez al entender que cuando se acumula la rabia tienes derecho a defenderte.
Este país siempre ha tenido más respeto y más pavor a un contenedor ardiendo en la calle que al hecho de que la policía asesine a un chaval con una bala de goma, eso hoy está cambiando. Desde el 15-M se está viendo que es necesario plantar cara, el salto que se da el 25-S al rodear el Congreso es un salto muy relevante, me atrevería a decir que en el mundo occidental es la primera vez que desde posiciones radicalmente democráticas se decide rodear el Congreso para hacer ver que ese Congreso realmente está rodeado desde hace mucho tiempo por los bancos, el sector financiero, las multinacionales…
En tu opinión, el surgimiento de las mareas como formas de organización que han tomado los distintos sectores para hacer frente a la ofensiva de recortes del Gobierno, ¿hacia dónde crees que van?
Las mareas es otro elemento que viene a reforzar la parte más política que habían olvidado los sindicatos. Son la posibilidad de repolitizar, desde una defensa del sector público, ese espacio que los sindicatos habían, no voy a decir abandonado porque sería injusto, pero sí dejado medio de lado. Desde las mareas se pueden exigir condiciones laborales pero desde una lectura de clase, desde una lectura ideológica, no están defendiendo sólo su puesto de trabajo sino que están reclamando la sanidad pública, la educación pública, los servicios públicos en general.
-Entonces esta confluencia y la unidad de lucha, ¿nos hará más fuertes frente a la ofensiva neoliberal?.
Lo que ocurre es que de repente la gente toma consciencia y volvemos al momento donde nace la democracia, si miras la historia del pueblo griego, la democracia nace para controlar a los poderosos. Son pueblos conscientes que se dotan de instrumentos para controlar al poder.
Este sábado, 23F, hay una manifestación importante a nivel estatal, ¿Te parece una buena fecha debido a lo que representa?
Yo creo que la manifestación del 23F es muy simbólica, la democracia española vive de la mentira del 23F, donde Tejero entra en el Parlamento y la gente piensa “yo no soy como ese ergo yo soy un demócrata” y después del 23F este país se disciplina, todo lo que se planteó desde entonces triunfó: entramos en la OTAN, entró en el 82 el PSOE disciplinado, los sindicatos hicieron un acuerdo con la patronal, se terminaron las exhumaciones de las fosas y la tarea de memoria histórica… y un Rey, que no tenía legitimidad se convierte en el salvador de la democracia, siendo él mismo el responsable del 23F. Todo un fraude como ocurrió con la Transición.
Y es en esa fecha, cuando vamos a salir a la calle y decir que el Parlamento quien lo está usurpando no es Tejero, que al fin y al cabo era un payaso, sino que quien realmente está usurpando son aquellos poderes reales donde está la partidocracia, la monarquía, la Alemania de Merkel, el FMI…
En este país, ¿qué están peor vistos los políticos o los banqueros?
Me gusta hacer una analogía con la última película de Batman en la que se quiere dar el mensaje que la culpa de todo la tienen cuatro banqueros sinvergüenzas. Creo que en la vida real sí existen esos banqueros pero la sinvergonzonería está realmente en un sistema y quienes lo mantienen engañando a los ciudadanos. No se pueden esperar un objetivo filantrópico de un banquero pero muchos políticos hacen como el violín se coge con la izquierda pero se toca con la derecha. Y eso sí que es injusto, porque hay una mentira detrás.
-¿Qué tarea o qué papel deben asumir los partidos de la izquierda transformadora en el país en esta situación de crisis capitalista?
Creo que lo primero de todo debe ser tomar consciencia de lo que hay alrededor. Después darse cuenta de que son demasiado rehenes de demasiados problemas. Recientemente, en una Agrupación importante de Izquierda Unida, se ha elegido a la Ejecutiva y se ha dejado fuera al 49%, eso no puede ser. Estamos en un momento de reconstrucción y es necesario estar organizado pero también es necesaria una generosidad política. Es importante ahora generar conciencia, decía Antoine de Saint-Exupéry que “si quieres navegar no empieces reclutando tropa, aserrando madera, clavando clavos, sino que empieza creando en los hombres y mujeres el anhelo de una necesidad de mar”. Estamos en una situación de confusión donde la gente honrada está perpleja y los canallas están envalentonados.
Has pasado mucho tiempo trabajando por América Latina, entre otros lugares en Venezuela, Argentina o Ecuador. ¿Desde el sur de Europa debemos mirar esos países como referentes?
Hay que mirar a América Latina porque desde el sur están llegando muchos mensajes pero cometeríamos un error, como el que ellos cometieron hace 20 años si imitáramos lo que ellos han hecho igual que nos imitaron previamente ellos a nosotros. América Latina tiene tres grandes enseñanzas, la primera es que sufrieron el neoliberalismo y pudieron salir de él, la segunda es que fueron capaces de politizar a un pueblo al que habían despolitizado, y en tercer lugar de allí viene la exigencia del respeto a la pachamama.
Como colaborador en programas como La Tuerka y articulista, ¿qué papel tiene reservado el sistema a los medios de comunicación?
Vivimos en sociedades saturadas audiovisualmente. Tras el escándalo de Watergate, hay un cierre mediático brutal y tenemos un control radical de los medios, existe una fusión entre empresas y medios con objetivos económicos y la capacidad de cooptar al poder político para trabajar a su servicio.
El otro día en la Gala de los Goya, algunos hicieron pasar un mal rato al señor Wert pero han sido duramente criticados por ello en los medios. ¿Qué deben hacer los artistas e intelectuales ante lo que ocurre en el país?
Creo que todo el mundo tiene que devolver a la sociedad lo que la sociedad te da, sino te conviertes en un egoísta o en un mercenario. No se puede vivir ajeno a la cuestión pública. Existe una responsabilidad en especial de aquellos sectores que colaboran a construir una opinión pública.
-Estos días ha tenido lugar el debate sobre el Estado de la Nación, ¿de qué tiene miedo a hablar el gobierno?.
Rajoy va al debate pensando que le van a hacer lo que él haría y como ellos son “killers” tienen ese “gen asesino”, ellos saben lo que le harían al PSOE si estuvieran en la oposición. Pero luego la realidad es que Rubalcaba hace de Teresa de Calcuta y el debate sobre el estado de la Nación se convierte en un gran fraude. Creo que el hecho de que Rajoy, en un juego infantil, pensara que por no mencionar a Bárcenas, Bárcenas no va a existir, es de no entender absolutamente nada. Será el 23F cuando realmente se haga el debate sobre el estado de la Nación, con la gente en la calle diciéndole al poder que no nos representan y que lo que ha pasado en Bulgaria quizá sea el camino que vayamos a vivir nosotros porque ninguna de las instituciones que cobraron fuerza en la Transición tienen ahora credibilidad en el pueblo español.