El PCA en Mieres ante la protesta por el cierre del economato de Turón

 

A las doce del mediodía del pasado viernes, 7 de febrero, cientos de turoneses se concentraban ante el economato de su localidad en atención a la convocatoria de la asociación vecinal Mejoras del Valle de Turón para mostrar su rechazo al posible cierre inminente del mismo.

Semanas atrás, el gobierno de la nación, propietario de los economatos de la compañía Hunosa a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), único accionista de la misma, ratificaba la voluntad manifestada por la hullera el septiembre precedente de enajenar su red de supermercados.

Foto economato Turón 2

Como únicas alternativas, la empresa estatal tan solo se planteaba la venta de los mismos mediante su adjudicación en concurso público; o, en caso de carecer de ofertas, el cierre y posterior venta de sus locales comerciales.

Reiteraba esta así un propósito de liquidación de la actividad ya anunciado previamente para el primero de enero del año en curso que tan solo se posponía, de tal modo, por un período adicional de tres meses.

Los precedentes remotos de tales planes se remontan a la reestructuración subsecuente al choque petrolero de 1979 y la puesta en marcha del primer contrato programa (1981-1983); pero sus antecedentes inmediatos se encuentran en el discurso pronunciado por la presidenta de la sociedad extractiva en los Cursos de Verano de La Granda el primero de agosto del pasado año.

En dicho discurso, María Teresa Mallada sostenía lo siguiente:

“¿Es lógico que una empresa minera gestione supermercados? Nosotros, al igual que algunas direcciones anteriores, creemos que no y por ello buscamos una respuesta empresarial que afiance una actividad que resulta insostenible dentro de una compañía industrial […]”.

Apelaba con ello la presidenta a una “lógica empresarial” cuyo exclusivo criterio rector no es sino el de la determinación de “los recursos que se tengan y la forma de sacarles el mejor partido” económico posible.

Pero el economato turonés, como los trece restantes, a pesar de haber visto “externalizada” su entera gestión en 2012, tras la de la atención a clientes de cinco años atrás, y de haberse abierto en el proceso a compradores ajenos a las familias mineras, es algo más que un mero activo susceptible de ser vendido para reducir costes.

Fundados al amparo de decreto del 21 de marzo de 1958, regulador de los “economatos laborales”, estos proporcionaban a sus trabajadores productos básicos a precios de costo y con facilidades de pago; fomentando, al tiempo, la vinculación y dependencia de las familias del carbón por respecto de una empresa en la que trabajaban, mediante la que disfrutaban de su ocio laboral y en la que se surtían.

El economato, con sus ventajosas condiciones económicas y la absoluta hegemonía del trabajo en las minas como modo de vida en el valle, constituía así el lugar en cuyos pasillos entrecruzaban diariamente sus vidas cientos de personas pertenecientes a una de las comunidades obreras dotadas de más fuertes rasgos identitarios de toda España.

Diez y seis mil vecinos menos después, y ya cerrados todos los pozos, la situación no es la de antaño; pero el economato reclama aun su condición de última referencia en funcionamiento de un tiempo atrapado en los castilletes mudos de la vega del Turón, aligerando las facturas de muchas familias del valle en tiempos de durísima crisis económica y atrayendo un tráfico vecinal en su entorno que proporciona un cierto aliento al barrio y su comercio local.

Pero la propuesta de plan de empresa de Hunosa, contraviniendo el Marco para la Minería del Carbón aprobado el primero del pasado octubre, pasa por un ajuste de 75 millones de euros durante el próximo lustro que exige la enajenación de todos aquellos activos que no sean imprescindibles para las líneas estratégicas de la compañía. Y, en ese contexto, la venta de los economatos le supondría un ahorro de unos 15 millones en dicho período.

[[{“type”:”media”,”view_mode”:”media_large”,”fid”:”436″,”attributes”:{“alt”:””,”class”:”media-image”,”style”:”margin-left: 5px; margin-right: 5px; margin-top: 5px; margin-bottom: 5px; float: left; width: 400px; height: 300px; “,”typeof”:”foaf:Image”}}]]Dice María Teresa Mallada que, supuesta la imperiosa necesidad de la venta de los economatos, habrá de realizarse esta de modo tal que se “mantenga el empleo y [se] dote a los establecimientos de un plan comercial de futuro”.

Las circunstancias, sin embargo, no parecen muy propicias para los 117 empleados de los mismos. A la saturación de la superficie de venta en la comarca y la general disminución de la facturación ocasionada por la crisis se añaden las características de los establecimientos, el penoso estado de conservación de muchos de ellos, la veteranía e índice de sindicación de su plantilla; así como, las graves dificultades económicas de buena parte de las más importantes distribuidoras implantadas en la región.

Y nada de lo anterior resulta mitigado por una estrategia comercial consistente en hacer público, ante los posibles compradores, y con tan solo unos cuatro meses de antelación, que no habrá partida presupuestaria para los economatos en 2014, de modo tal que, de no ser recibida una oferta por parte de quienes pudieran reaizarla, en apenas unos meses se vería Hunosa abocada al cierre de sus comercios y la venta de sus locales con la consecuente pérdida de la totalidad de los empleos.

Como de poco ayuda, también, el desabastecimiento a que la hullera viene sometiendo a sus locales desde finales del pasado verano y por el que han venido estos perdiendo parte de una clientela suya que se ha ido transfiriendo a la competencia.

Por todo ello, la Agrupación Local de Mieres del Partido Comunista de Asturias anima a sus camaradas, simpatizantes y vecinos, así como a los de los restantes municipios y núcleos en que se encuentran los economatos de Hunosa, a que muestren su rechazo a los planes de cierre de los mismos por parte de la empresa carbonera, así como su apoyo a sus trabajadores, sumándose a la convocatoria de la asociación vecinal Mejoras del Valle de Turón para concentrarse ante dichos establecimientos todos los viernes a las doce del mediodía.