Foto: Andrés Nieto Porras

Comentario de un exprofesor de Villaviciosa: Andrés Huerta Suárez

Hace unos meses me encontré con un antiguo alumno, del cual hacía tiempo que no tenía noticias suyas, ni de cómo le iba en la vida. Después del saludo de rigor, comenzamos a hablar de su situación laboral en la actualidad -tengo que decir, que el muchacho en cuestión, es licenciado en Geología- y de los años transcurridos desde su licenciatura. Comenzó poniendo al corriente de su breve historia laboral: Al poco de terminar la carrera estuve trabajando en una empresa del ramo, es decir, vinculada al estudio de las características del suelo para posibles construcciones en superficie, aguanté como dos años.

Las condiciones laborales dejaban mucho que desear, casi podríamos calificarlas como infrahumanas, realizaba jornadas extenuantes, era utilizado como chofer del Jefe sin compensación alguna y el salario rondaba los 600 euros mensuales. Esas condiciones llegaron a influir en mi estado de ánimo y de salud, acumulé tal grado de ansiedad y desesperación, que comenzó a caerme el pelo dejándome prácticamente calvo. No me quedó más alternativa que abandonar el trabajo y ponerme en manos de los médicos. Por suerte, volví a recuperar el pelo y el aspecto normal.

Esa fue mi primera y única experiencia laboral relacionada con los estudios realizados, a partir de ese trabajo no he logrado otro relacionado con mi profesión de geólogo. Me he dedicado a trabajos varios, con contratos leoninos y sin ninguna esperanza de continuidad.